El polémico Rafael Poleo

El escándalo suscitado por las declaraciones del periodista Rafael Poleo, donde asoció el proceso que encabeza Hugo Chávez con el nefasto final del padre del fascismo Benito Mussolini; desde mi punto de vista tiene razón de ser, dado a la debacle en que ha entrado el régimen. Como hombre de izquierda y militante de un partido Marxista-Leninista, comparto plenamente la asociación que realiza Poleo del presidente con Mussolini o Adolfo Hitler. Invito para que lean la historia de estos tenebrosos personajes, para que observen las mismas prácticas ejecutadas por esta falsa revolución, que se sustenta en el culto a la personalidad y en el control de todo los estamentos de la sociedad.
Los que hoy en día conformamos la organización de izquierda VANGUARDIA POPULAR, participamos en el proceso de unidad cívico-militar junto a sectores de la iglesia, varias fracciones partidistas (incluyendo a dirigentes del partido de gobierno de ese momento), reconocidos intelectuales, empresarios y productores nacionales, algunos diputados y el 60% de la oficialidad descontenta y desilusionada de la manera de gobernar del bipartidismo, dando como resultado el 4 de febrero y el 27 de noviembre de 1992. De allí que debemos recordar que el 4 de febrero, Chávez no entregó las armas a los 5 mil civiles acuartelados en la ciudad de Caracas, utilizando como argumento que éramos Marxistas-Leninistas y representábamos un peligro. Ahora lo vemos hablando de socialismo o de comunismo, para ocultar su esencia fascista y entreguista de la soberanía del país.
De perder la oposición en el estado Guarico y ganando Manuit, no gana Chávez; igualmente sucede en el estado Lara, Trujillo, Táchira y Barinas, donde existen candidatos que no se definen de oposición, pero que han dejado de responder ciegamente al dictamen del “máximo líder”. Por otro lado, existe la posibilidad real que pierda importantes gobernaciones y alcaldías, que originaria una nueva correlación de fuerza, que afectaría su pretensión de sostenerse eternamente en el poder. Por estas razones, trata de generar angustias, miedos y resignación de la población adversa a su manera de gobernar, de allí las agresiones a globovisión, el escándalo por lo señalado por Rafael Poleo y otras maniobras o agresiones que debemos hacer que pague un alto costo político, dándole la correcta interpretación a las actitudes del presidente y siendo contundentes en los análisis para ayudar en el desenmascaramiento del régimen.
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