lunes, 17 de marzo de 2008

Fortalezas de Puerto La Cruz


Muchos municipios de los llanos de Venezuela se sustentan en el sector primario de la economía (agricultura), mientras que en ciudades como Valencia tiene peso el sector secundario (empresas de manufactura); pero en Puerto La Cruz es el sector terciario (comercio y servicio) el factor que rige nuestra economía. De allí que la construcción del muelle de cruceros, significaría un elemento para dinamizar y aumentar las fuentes de empleos para nuestros habitantes. En el muelle de cruceros del Guamache en Nueva Esparta, se estima que anclaran durante el 2008 unas 75 embarcaciones de este tipo, representando unos 125 mil turistas que gastaran dinero en artesanías, comidas típicas, entre otras tantas cosas.
El municipio Sotillo (Puerto La Cruz) tiene aproximadamente 420 kilómetros cuadrados; sin embargo en ese pequeño territorio, poseemos playas, montañas, ríos, una refinería, un puerto petrolero, hoteles, centros comerciales, es el paso obligado para ir a Sucre o Nueva Esparta, estamos anclados en el área metropolitana del estado y somos una ciudad muy conocida nacional e internacionalmente. Sin embargo estas fortalezas no han sido explotadas en aras de generar progreso y bienestar a sus habitantes.
Existen condiciones para la construcción de un astillero en aras de prestarle servicio a los 300 barcos que mensualmente transitan por nuestras playas (sin contar las embarcaciones pesqueras ni los que realizan transporte hacia Nueva Esparta), puesto que muchas de las 37 agencias navieras que laboran en la zona, han tenido que reparar sus embarcaciones fuera del país. Un proyecto de esta naturaleza generaría empleos estables y bien remunerados, ya que tendría áreas de metalmecánica, electricidad, carpintería naval, fibra de vidrio, mecánica, pintura y mantenimiento de las embarcaciones. Además que facilitaría la instalaciones en el municipio de empresas que suministrarían las materias primas que se requieren.
Paralelamente a estos proyectos, debemos respaldar la propuesta de utilizar planes de prevención al delito de manera permanente en los colegios y liceos, ya que el 83% de los niños y adolescente de 6 a 16 años hacen vida en estos centros educativos. Debemos exigir el combate a la delincuencia organizada que recluta y estimula a nuestros jóvenes al consumo de drogas desde los planteles educativos y otros sitios. A la vez de depurar los cuerpos policiales de funcionarios malandros, crear un centro de formación para los policías y elevar sus condiciones sociales y económicas.
Debemos evitar que siga la violación de las normas de ingeniería en los asfaltos aplicados en el municipio que ha originado su rápido deterioro, afectando a los conductores y habitantes de las comunidades. Se debe construir grandes estacionamientos en el casco central y establecer algunas calles exclusivas para el transporte colectivo, en aras de descongestionar la ciudad. De igual manera hay que automatizar (digitalizar) los ejidos y presentar ante empresarios nacionales, un proyecto de desarrollo comercial, turístico, de servicio y manufactura; con la recompensa que serán liberados de impuestos por 5 años. Todo en aras de minimizar el dramático desempleo existente.
El saneamiento ambiental es otro aspecto que debemos atender. Como excoordinador de proyectos de la Ley de Asignaciones Económicas Especiales (LAEE), conozco del proyecto de saneamiento de la Bahía de Pozuelos, que concatenaba el funcionamiento de la Planta de tratamiento de las aguas residuales del Maguey, con el bombeo hacia una tubería submarina de 1.800 metros mar adentro para descargar las aguas tratadas, ya que en esa distancia, existe la profundidad necesaria y la corrientes marinas para garantizar la auto purificación de las aguas. Cuestión que no sea cumplido tal como se tenía planteado hace 10 años.