miércoles, 26 de marzo de 2014

La falta de unificación de los sectores democráticos nos puede llevar a la derrota

La falta de unificación de los sectores democráticos nos puede llevar a la derrota
Extracto del debate de VANGUARDIA POPULAR sobre la situación de país: Consideramos imperativo unir todas las fuerzas democráticas en torno a una política y un plan orientados a detener la escalada represiva del Estado y a destrancar el conflicto, lo que supone buscar una salida que asegure una victoria del movimiento, en el contexto de una estrategia destinada a preservar e incrementar el acumulado de fuerzas reunido hasta ahora. Esto implica la urgente necesidad de acuerdos básicos entre los sectores principales que inciden de forma determinante en el movimiento; los que, teniendo importantes diferencias entre sí,enfrentan, sin embargo, al mismo adversario y la misma ofensiva autoritaria. En definitiva, es necesario entender que, dadas las implicaciones del conflicto, así como el conjunto de elementos que envuelve la coyuntura, son muchas y muy serias las responsabilidades que recaen sobre los hombros de los principales factores beligerantes del mismo. Por lo mismo, se impone un debate franco que facilite un entendimiento en torno a los objetivos, las formas de luchas y las principales iniciativas a desarrollar, a partir de lo cual debe constituirse un centro de dirección que garantice la coordinación de los esfuerzos y la toma de decisiones. Dicho acuerdo debería dar paso a la reunión de todos los sectores democráticos (partidos políticos, sindicatos, gremios estudiantiles y profesionales, universidades, academias, lideres populares y comunales, personalidades, intelectuales, artistas y un largo etcétera) en un gran frente nacional contra la represión y en defensa de las libertades y derechos democráticos que, además de la denuncia, unifique un pliego de demandas urgentes que recojan el sentir de la inmensa mayoría nacional que hoy sufre los estragos de la grave crisis económica, social, política y moral que sacude a la nación. Dicho frente debe tener en la movilización de calle su principal instrumento de lucha y la misma debe combinarse con un sinfín de otras formas de protesta, complementarias entre sí, incluidas las iniciativas en el plano internacional.
Buscar una salida al conflicto supone considerar el camino del diálogo. No nos referimos al sainete que el gobierno ha montado en Miraflores como una operación de distracción, ni tampoco a la idea de desmovilizar la protesta. Por el contrario, para que sea posible un diálogo serio, es necesario terminar de deslegitimar la “puesta en escena publicitaria” llamada “Conferencia de paz” e imponer, con la fuerza de la movilización estudiantil y popular, otro escenario del que participen los sectores realmente beligerantes del conflicto, y en el que se discutan los verdaderos problemas que han dado origen al mismo.

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