miércoles, 29 de abril de 2009

Trabajo voluntario y falsa revolución socialista bolivariana

Orlando Chirino

Siempre hemos dicho que el trabajo voluntario en el marco del capitalismo es esclavitud, y en Venezuela, más allá del
discurso seudo-izquierdista del gobierno, el capitalismo sigue gozando de muy buena salud.
Esa retórica engañosa del gobierno, que pretende imponer a la gente
trabajar sin cobrar, que les exige laborar horas extras gratis, no es más que una estafa encubierta tras las fotos del Che manejando un tractor o cortando caña.
Pero hay una "pequeña" diferencia entre la Venezuela de hoy, donde burócratas y boliburgueses se llenan la boca con la palabra socialismo, y la Cuba de los años sesenta, donde se construía realmente el socialismo, se expropió a la burguesía y al imperialismo, mientras el criminal bloqueo avalado por las burguesías latinoamericanas, iba paralelo a los atentados contra la economía, la infraestructura del país, así como contra trabajadores, campesinos y voluntarios alfabetizadores.

En aquella situación, el trabajo voluntario de todo el pueblo, en defensa de la revolución, se convirtió en una necesidad urgente e imperiosa en el marco de la lucha contra la reacción burguesa e imperialista. Nada de eso esta ocurriendo en Venezuela, de allí que tratar de establecer un parangón entre las dos realidades resulta tramposo. En Venezuela el trabajo voluntario que promueve el gobierno entre empleados públicos, trabajadores de las Misiones y comunidades, no es más que tercerización y flexibilización laboral, reproduciendo lo peor de la explotación capitalista. En nuestro caso, trabajar sin recibir una contraprestación, matizado con el cuento de que se estaría construyendo al "hombre nuevo", con una nueva conciencia social, es falso y absolutamente alejado de la realidad.

Si ya de por si en el capitalismo el trabajo es explotación y extracción de plusvalía en beneficio del patrón, y en detrimento de la satisfacción de las necesidades de hombres y mujeres, imaginemos el significado profundamente retrógrado que es trabajar de gratis en ese contexto.

Por otra parte, el supuesto trabajo voluntario promovido desde el gobierno, tiene mucho de explotación y muy poco de voluntario. Esto sucede debido a que se hace bajo presión y chantaje, particularmente en el caso de los trabajadores del sector público que en su gran mayoría se encuentran contratados a tiempo determinado. Negarse a realizar este trabajo en cualquier empresa del Estado, puede significar perder el empleo como consecuencia de la no renovación del contrato.

Por otra parte, se les pide trabajo voluntario
mientras los funcionarios y burócratas se enriquecen indebidamente, convirtiéndose en la nueva boliburguesía del país. En el caso de las comunidades y Misiones es simplemente una estafa, ya que se les hace creer que esto significaría una mayor conciencia política y social, que iría en beneficio de la construcción de un socialismo inexistente que oculta la corrupción y los desmanes de los burócratas rojos, rojitos.

Por todo ello siempre rechazaremos imponer este tipo de trabajo voluntario en el contexto del capitalismo, y seguiremos luchando por el derecho de los trabajadores a tener un empleo digno y productivo, un salario acorde al trabajo desplegado y a las necesidades del trabajador; derecho a contratación colectiva y a organización sindical libre y autónoma del gobierno y los patronos, así como a la huelga como instrumento de lucha y defensa de los intereses y derechos de los trabajadores. La lucha por estas reivindicaciones básicas es parte indisoluble de la pelea por el verdadero socialismo y por un gobierno de los trabajadores y el pueblo.

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