jueves, 3 de enero de 2019

La organización de la rebelión cívico-militar


LA ORGANIZACIÓN DE LA REBELIÓN CÍVICO MILITAR
Como una recopilación histórica sobre las rebeliones desarrolladas en Venezuela desde el 1958 al 1992, pronto podrás adquirir por AMAZON el libro SECRETOS DEL CHAVISMO escrito por Robin Rodríguez. En este sentido publicamos extractos del capítulo LA ORGANIZACIÓN DE LA REBELIÓN CÍVICO MILITAR.
En vista que el 4 de febrero Hugo Chávez no cumplió con la entrega de armas para los civiles que reforzarían la toma de Miraflores y que  se encontraban acuartelados en la Universidad Central de Venezuela, en las inmediaciones de las Torres de Parque Central y en el 23 Enero. Desarrollamos las siguientes tareas para la segunda rebelión cívico-militar, en esta ocasión dirigida por algunos miembros del alto mando de la Fuerzas Armadas Nacionales:
+ Definimos que una insurrección es un hecho político, donde la operación cívico-militar forma parte de dicho proceso. En este sentido centrábamos nuestra lucha de masa en las principales debilidades de la cúpula gobernante que eran el paquetazo económico que tenía 74% de rechazo popular, incluyendo las bases del bipartidismo. También  presentamos una plataforma de lucha sobre las reivindicaciones más sentidas de la población. Fue así como logramos articular con alrededor de 200 sindicatos y el movimiento estudiantil, un gran movimiento de masas que convertía cualquier demanda reivindicativa en una razón de critica a las políticas de la cúpula gobernante.
+ Es importante recordar que el 10 de agosto de 1990 un importante grupo de intelectuales reconocidos nacional e internacionalmente, que fueron llamados el GRUPO DE LOS NOTABLES,  entre los que se encontraban Arturo Uslar Pietri (era el Presidente de la Junta de Gobierno para la rebelión del 27 de noviembre del 1992),  hicieron una aparición pública  alertando sobre la crisis de gobernabilidad presente en ese momento. Para ese mismo año las reuniones del CEN de AD que  se realizaban todos los lunes en la Casona, terminaban en trifulca, por diferencias con el presidente de la república; al punto que  miembros del máximo organismo de dirección de Acción Democrática terminaron participando en el proceso de unidad cívico-militar para derrocar a CAP; al igual que varios ex presidentes de FEDECAMARAS; Manuel Quijada ex ministro de Fomento de Luis Herrera, algunos jerarcas de la iglesia católica, Arturo Uslar Pietri y el propio Rafael Caldera, el mismo quien fuera el creador del conocido Pacto de Punto Fijo, junto a Rómulo Betancourt y miembros de URD. Ante esta nueva realidad histórica que nos reafirmaba que en política no siempre tu escoges tus aliados, sino que están determinados por las circunstancias, definimos que en ese momento, la alianza no era con sectores afines ideológicamente, definición que nos permitió asumir sin prejuicios dicho proceso de unidad y alianzas.    
+ Como maniobra táctica, desarrollamos junto a diversos sectores el discurso que el presidente debería renunciar como una contribución a la búsqueda de una salida pacífica a la crisis. Discurso que permitió que algunos sectores de la población civil y militares que tenían vacilación sobre la necesidad de una rebelión, terminarán sumándose a dicha opción. Este discurso nos permitía sortear en cierto sentido la represión, ya que es un error la autoincriminación llamando públicamente a una rebelión, cuando la misma debe ser el producto de una política y un proceso, ya que la misma no se produce por el llamado que realice tal o cual sector. De hecho cada vez que caímos presos, como en mi caso, que me tocó estar en 10 ocasiones en los calabozos de la DISIP, yo era candidato para cualquier puesto de representación popular, y al salir en libertad seguía en la organización de la rebelión cívico-militar. Auto incriminarse no es un acto de valentía, es un gran disparate.  
+ En la zona norte de Anzoátegui, constituimos un gran frente de lucha sindical y gremial, a través de magisterio teniendo como principal  aliado a FENATEV, y los presidentes del colegio de médico y bioanalista de ese entonces. Contábamos con varios miembros de la FCU de la Universidad de Oriente; conformamos un gran movimiento estudiantil de educación media contra el paquete de CAP. Conformamos varias  coordinadoras vecinales que abarcaban importantes sectores. En mi caso me tocó junto a Esteban Díaz, Flipe Salazar, Raúl Gómez, Alberto Hernández, Andrés Urbaneja, Alcides Rondón y Nelson Moreno (a los años fue alcalde de Puerto La Cruz por el chavismos), coordinar las luchas desde Valle Lindo, Chuparin Arriba, Montecristo, Las Delicias, Valle Verde y colinas de Valle Verde. Algo similar lo hicimos el Guanta con Leobaldo Nieves y Bernardo Rizales (quien a los años ocupó varios cargos en la administración de Jhonnatham Marín). Con el dirigente de la Liga Socialista Chuho Moreno se conformó una instancia similar que unía a dirigentes del Magey, la Vecindad del Chavo, Oropeza Castillo y sectores circunvecinos. En El Viñedo, La Orquídea, Cruz Verde, La Carpa y Mesones conformamos una gran y activa coordinadora vecinal al servicio de la rebelión cívico militar, para ello designamos a Carlos Ramos (luego fue el primer Secretario de gobierno nombrado por Tarek William) y Nigel Barrolleta quien ahora en miembro de la Asamblea Constituyente de Maduro.
+ Definido el campo de alianzas y construidos los instrumentos de la lucha de masa. Trabajamos en paralelo la conformación de una estructura de organización militar de los civiles. Nuestros pelotones los integraban 27 personas: Primer comandante, segundo comandante, uno de comunicaciones y cuatro grupos de 6 miembros cada uno, comandados por un sargento cada grupo. Esa escuadra de 6 personas se dividía en dos tríos comandado un trio por el sargento y el otro por un cabo. Tres pelotones  conformado por 81 miembros eran una compañía y tres compañías conformado por 243 miembros eran un batallón. Las jerarquías militares las designábamos según la preparación militar de cada quien. Para las marchas y protestas de ese entonces, cada capitán, teniente, sargento y cabo coordinaba su equipo, y para la hora de una rebelión igual operaba la cadena de mando. También conformamos equipos que se encargarían de la logística, comida y emergencias médicas. Todo el personal tenía que tener un morral, que el día del acuartelamiento (en Puerto La Cruz tenías 6 puntos de acuartelamiento), el equipo de logística los dotarían de niples que fungirían como granadas y saca gusanillos para espichar los cauchos de los camiones que utilizaríamos para las barricadas. En destacamentos guerrilleros encabezados por los comandantes Rubén González en Sucre y Jaime Lugo Acaban en Anzoátegui realizamos cursos de entrenamiento militar los fines de semanas para los que trabajaban o estudiaban y días de semanas para los desempleados.
+ Militares aliados de la aviación nos ayudaron a realizar un amplio estudio de inteligencia en Anzoátegui. Por esa vía se contactó al comandante general de la policía del estado quien se comprometió hacernos entregas de armas; además que al igual que el comandante general de la guarnición militar (Jefe del CORE 7) se comprometieron mantenerse neutrales hasta las 9 de la mañana, de no resultar victoriosa la rebelión hasta esa hora, ellos saldrán a combatirnos…

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