Para ese pueblo que un 93% fue militante o simpatizante del bipartidismo, hasta que la corrupción, la entrega de la soberanía económica de la nación y las medidas antipopulares provocaron aquel sacudón político-social del 27 de febrero de 1989 que fue contenido a sangre y fuego; indudablemente que son razones para que los venezolanos que hoy en día son mayores de 40 años, sientan un gran resentimiento y repudio hacia las cúpulas del pasado; explicando así que es entre los ciudadanos mayores de 40 años donde se encuentra la principal base de apoyo de Chávez.
Desde la primera campaña electoral de Chávez, han aplicado las técnicas de Joseph Goebbel (ministro de propaganda de Adolfo Hitler) para el manejo y manipulación de las masas. Esto explica el uso mesiánico de la imagen de Chávez, la utilización igual que Hitler del rojo y el negro (simbolizando cambio y orden); la mano alzada y el símbolo de la V en representación de un nuevo paradigma encarnado en “La Quinta Republica” y el uso de los complejos y resentimientos de un importante sector de la población hacia las cúpulas del pasado; cuando en la actualidad estos factores políticos apenas representan el 9% de los 11 millones de votantes activos en los últimos procesos.
Chávez y su mesa situacional (coordinada ahora por Pedro Lastre) han tenido la habilidad de evitar ser atacados en sus puntos vulnerables; contando a su favor con algunos sectores políticos y económicos que lo adversan (entre ellos algunos dueños de medios de comunicación), pero que logran con sus posturas reaccionarias, colocar Chávez ante los ojos del pueblo como un defensor de sus intereses. No es casual que el 55% de los venezolanos no confían en ese tipo de oposición, aun cuando el 82% de la población es proclive a respaldar un nuevo liderazgo capaz de interpretar sus necesidades socioeconómicas.
El breve y repudiable gobierno de Carmona Estanga, es un fantasma que sigue reforzando la duda en ese sector de la población; el NO VOLVERAN es una consigna que retumba en la conciencia de la mayoría, puesto que esa fracción económica en complicidad con algunos actores políticos, limitan su lucha a la búsqueda del control del gobierno y no en función de los cambios que siguen esperando los trabajadores y los sectores populares que representan alrededor del 80% de la población. Cuando Chávez polariza con estos sectores, aumenta la vacilación de los venezolanos deseosos de un cambio profundo en la sociedad, mas aun cuando se enfoca la lucha entre los demócratas y los autoritarios, colocando ha ese sector del país como adversarios, cuando debería existir una diferencia con la camarilla encabezada por Chávez.
La polarización ha sido aplicada eficazmente, ya que manejan el rechazo hacia los actores del Carmonazo, vinculando a todos sus oponentes con esa corriente reaccionaria, antipopular y antidemocrática; dado que la poca proyección de un proyecto que toque el sentir popular y de un liderazgo con vocación social, progresista, nacionalista, democrático y verdaderamente revolucionario; no ha permitido abrirle cause a los millones de venezolanos que siguen con Chávez, ante el vació señalado.
Desde Anzoátegui hemos comenzado ha organizar los NUCLEOS PARA EL CAMBIO, mas allá de situaciones coyunturales o de acuerdos cupulares. Es una formula unitaria para organizar desde las bases, la fuerza social que garantizará el cambio, el progreso, el bienestar colectivo, la soberanía nacional y la democracia; puesto que Chávez y esas corrientes reaccionarias que hacen vida en la oposición, no representan las transformaciones que reclama el pueblo.
Invito al movimiento estudiantil, al Frente Popular Humanista, a los dirigentes del PPT, La Causa R, PODEMOS, Paso a la Nueva Democracia, a los integrantes de RADAR DE LOS BARRIOS y al pueblo en general, para abrir el debate del país que queremos y así presentar en un corto plazo, un frente de lucha para conquistar los cambios deseados por el pueblo venezolano.
Chávez y su mesa situacional (coordinada ahora por Pedro Lastre) han tenido la habilidad de evitar ser atacados en sus puntos vulnerables; contando a su favor con algunos sectores políticos y económicos que lo adversan (entre ellos algunos dueños de medios de comunicación), pero que logran con sus posturas reaccionarias, colocar Chávez ante los ojos del pueblo como un defensor de sus intereses. No es casual que el 55% de los venezolanos no confían en ese tipo de oposición, aun cuando el 82% de la población es proclive a respaldar un nuevo liderazgo capaz de interpretar sus necesidades socioeconómicas.
El breve y repudiable gobierno de Carmona Estanga, es un fantasma que sigue reforzando la duda en ese sector de la población; el NO VOLVERAN es una consigna que retumba en la conciencia de la mayoría, puesto que esa fracción económica en complicidad con algunos actores políticos, limitan su lucha a la búsqueda del control del gobierno y no en función de los cambios que siguen esperando los trabajadores y los sectores populares que representan alrededor del 80% de la población. Cuando Chávez polariza con estos sectores, aumenta la vacilación de los venezolanos deseosos de un cambio profundo en la sociedad, mas aun cuando se enfoca la lucha entre los demócratas y los autoritarios, colocando ha ese sector del país como adversarios, cuando debería existir una diferencia con la camarilla encabezada por Chávez.
La polarización ha sido aplicada eficazmente, ya que manejan el rechazo hacia los actores del Carmonazo, vinculando a todos sus oponentes con esa corriente reaccionaria, antipopular y antidemocrática; dado que la poca proyección de un proyecto que toque el sentir popular y de un liderazgo con vocación social, progresista, nacionalista, democrático y verdaderamente revolucionario; no ha permitido abrirle cause a los millones de venezolanos que siguen con Chávez, ante el vació señalado.
Desde Anzoátegui hemos comenzado ha organizar los NUCLEOS PARA EL CAMBIO, mas allá de situaciones coyunturales o de acuerdos cupulares. Es una formula unitaria para organizar desde las bases, la fuerza social que garantizará el cambio, el progreso, el bienestar colectivo, la soberanía nacional y la democracia; puesto que Chávez y esas corrientes reaccionarias que hacen vida en la oposición, no representan las transformaciones que reclama el pueblo.
Invito al movimiento estudiantil, al Frente Popular Humanista, a los dirigentes del PPT, La Causa R, PODEMOS, Paso a la Nueva Democracia, a los integrantes de RADAR DE LOS BARRIOS y al pueblo en general, para abrir el debate del país que queremos y así presentar en un corto plazo, un frente de lucha para conquistar los cambios deseados por el pueblo venezolano.