PROPONEMOS UN PROGRAMA
DE EMERGENCIA NACIONAL PARA SUPERAR LA CRISIS
En el mes de julio la organización
política VANGUARDIA POPULAR realizará su Segunda Conferencia Nacional, tendiendo
entre los temas a debatir, una propuesta para el país en general en aras de
contribuir a la búsqueda de soluciones a la grave crisis que sacude nuestra nación.
En cuanto a la pobreza
y la exclusión social es imprescindible, como parte de este Gran Acuerdo de Unidad Nacional, que haya un compromiso de todos los
sectores (políticos, sociales, económicos, religiosos, etc.) de impulsar
políticas y programas destinados a su reducción y superación real, consistente
y sostenida. Se trata de admitir y viabilizar, de hecho y no solo de palabra,
que todos los habitantes del país, vistos individual y colectivamente, son
sujetos efectivos de derechos (económicos, sociales, políticos, culturales,
etc.), los cuales tienen que ser reconocidos, respetados y garantizados. En fin
podemos y debemos edificar una sociedad sustentada en la justicia y equidad
social, en la libertad y la democracia.
En Vanguardia Popular estamos convencidos de que es posible
y necesario superar esta crisis sin más diferimientos o dilaciones, sin tener
que esperar al 2019 cuando se realizaría una nueva elección presidencial. Es
posible y necesario superar esta crisis aquí y ahora y para ello existen
caminos distintos a las tradicionales medidas neoliberales en torno a las
cuales parecen coincidir gobierno y oposición. La crisis no puede ser encarada
con políticas que descarguen el peso de la misma sobre los hombros de los
trabajadores y el pueblo, con medidas cuyos proponentes reconocen sus efectos
recesivos e inflacionarios. Nos referimos, obviamente, a medidas como la
eliminación del control cambiario o el control de precios, aumento de la
gasolina, incremento de las tarifas de los servicios públicos o incremento de
la presión tributaria sobre productores y consumidores. En su lugar, nuestra
propuesta de CAMBIO DE RUMBO supone una rectificación a fondo de
las políticas que nos han llevado al punto dramático en que nos encontramos
hoy, lo cual pasa por formular un PROGRAMA PARA LA EMERGENCIA planteado desde la perspectiva de los
intereses nacionales y populares, llevado a cabo por el GOBIERNO DE UNIDAD NACIONAL que, entre otras medidas, contemple
las siguientes:
1) Reducción drástica del gasto militar que
actualmente consume un promedio anual de 6.000 millones de dólares.
2) Un programa de reestructuración de la deuda
externa que este año supone pagos por el orden de los 11.000 millones de
dólares. Este programa tendría como propósito diferir pagos y discutir nuevas
condiciones y plazos para los mismos.
3) Una reforma tributaria integral orientada a
reactivar el aparato productivo nacional y a proteger y abaratar el consumo.
Esta reforma debe favorecer y facilitar la inversión productiva, estimular el
mercado interno, recuperar el poder adquisitivo de los sueldos y salarios,
proteger los sectores vitales de la economía y los grupos sociales más
empobrecidos y vulnerables de la población.
4) En correspondencia con lo anterior,
desarrollar un plan nacional de infraestructura que favorezca la reactivación
económica, construya y recupere importantes obras de servicio y genere empleo
en forma rápida.
5) Un plan nacional de compras por parte del
Estado, tendente al mismo propósito de reactivación del aparato productivo
nacional y a la reducción significativa de las importaciones.
6) Reformulación integral de toda la política
petrolera del país, con énfasis en la revisión de los contratos suscritos con
las transnacionales del sector, así como de la política industrial y comercial
de PDVSA. Especial atención se deberá dar a los acuerdos de PETROCARIBE y
PETROAMÉRICA que nos colocan como financistas o subsidiadores a estados que
viven mejores momentos que nuestro país. Sólo en este contexto estaríamos en
disposición de considerar la revisión del precio de la gasolina.
7) Intervención de la Corporación Venezolana
de Guayana a fin de desarrollar todas las medidas necesarias para acometer la
pronta reactivación de sus empresas. Esta medida tendría que quedar en manos de
una Junta Interventora multidisciplinaria, altamente calificada desde los
puntos de vista profesional, técnicos y gerenciales, pero también
incuestionable desde el punto de vista moral, en su compromiso patriótico y su
sensibilidad social.
9) Designación de otra Comisión Especial para la
revisión de la situación de las empresas del Estado, con exclusión de PDVSA, la CVG y demás empresas básicas o
estratégicas. Nos referimos específicamente a las empresas de la mal llamada
área de la economía social, a fin de verificar su estado financiero y
gerencial, su productividad y eficiencia, con miras a su transferencia, bien a
sus trabajadores o al sector privado, según los casos.
8) Conformar una Comisión Especial contra la
corrupción y la impunidad, cuyo propósito sería investigar los graves delitos
de corrupción cometidos durante este período, así como adelantar las medidas
conducentes a la recuperación de los dineros sustraídos.
9) Adelantar una gran campaña por la vida, fruto
de un gran acuerdo nacional que comprometa a todos los sectores del país,
orientada a revalorizar de forma integral u holística el sentido de la vida, a
sembrar nuevos valores asociados a la convivencia social y la solidaridad, al
fomento del trabajo y el estudio, a la honradez y la honestidad. Este esfuerzo
tendría que ser complementado con un conjunto de medidas orientadas la combatir
la impunidad y el crimen organizado, a reestructurar los cuerpos policiales y
el poder judicial, a desarmar a la población y a reestructurar y humanizar el
sistema carcelario venezolano, entre otras cosas.
10) Desmantelamiento radical de lo que conocemos
como sistema nacional de medios públicos, fuente de despilfarro de los dineros
de la nación, de negociados y corrupción, de financiamiento del PSUV y demás
factores asociados al llamado “proceso” y de campañas sistemáticas de
ideologización y falseamiento de la realidad. En su lugar, volver al viejo
esquema de una o dos emisoras radiales del Estado, que no del gobierno, de una
o dos plantas televisivas del Estado, que no del gobierno, preservando las
prerrogativas que la ley contempla para la publicidad oficial y para la
comunicación con el país.
11) Preservación, fortalecimiento y reingeniería
de la política y los programas sociales con miras a la protección de los
sectores empobrecidos y los grupos vulnerables. Esta medida debe orientarse a
mejorar su cobertura y eficacia orientando su impacto sobre la población en
términos efectivos de inclusión social y superación de la pobreza, con base en
criterios de sostenibilidad, sustentabilidad y democratización.
12) Preservación y fortalecimiento de todos los
mecanismos de participación política y de las organizaciones sociales y
políticas surgidas a su amparo (Consejos Comunales, Comunas y demás
organizaciones del llamado Poder Popular), bajo criterios de autonomía efectiva
respecto del Estado y los partidos políticos, de integración plural resultante
de su amplitud y su naturaleza, de democratización real de su vida interna y de
elevación de los sistemas de contraloría social y legal a los fines del
cumplimiento de sus funciones y de la administración transparente y eficaz de
los recursos que controlen o se les asignen.
13) Ante las graves urgencias que tiene el sector
Salud en su globalidad, decretar la EMERGENCIA SANITARIA
NACIONAL con la cual se puedan tomar medidas extraordinarias atacando, de esos
problemas, los más prioritarios inicialmente.
14) Sólo
en el marco de un programa como éste, de similares propósitos y alcances,
deberá incluirse la revisión de la política monetaria y cambiaria del país, la
cual, sin lugar a dudas, debe ser corregida y colocada en sintonía con el
espíritu y propósitos de esta propuesta.
Vanguardia Popular convoca a todas fuerzas democráticas, patrióticas,
progresistas y populares a trabajar en función de concretar este Gran Acuerdo de Unidad Nacional y a trabajar por conquistar el Gobierno de Unidad Nacional, que con participación de
todos, sin exclusiones, discriminaciones ni retaliaciones se ponga al frente de
la lucha por el rescate de la esperanza de un país y una vida digna frente al
caos actual, frente al desencanto, el pesimismo y la incertidumbre que hoy
florecen como resultado de un fraude y una farsa que tras dieciséis años de
ejercicio omnímodo del poder, quiere nuevamente ocultar la inviabilidad de su
proyecto recurriendo a ficciones y mentiras, mientras arrecia su talante
autoritario y se dispone a hacer caer el peso de su fracaso en las espaldas del
pueblo y la nación venezolana.
¡¡¡VENEZUELA RECLAMA UN CAMBIO DE RUMBO
PARA SUPERAR LA CRISIS !!!