El reciente estudio de opinión de la prestigiosa empresa Hinterlaces, sigue revelando que el 85% de la población ubica a la oposición como un grupo de individuos motivados por sus ambiciones personales o grupales; a la vez que el presidente sigue descendiendo en su popularidad, perdiendo hasta ahora el 40% de los simpatizantes que tenia en diciembre de 2006. Esto demuestra que nadie está canalizando la desilusión y la desesperanza del pueblo, ante la debacle de un régimen que no lograr reanimar a una población que desea una verdadera democracia, el progreso y el bienestar social.
Muchos candidatos a las gobernaciones y a las alcaldías utilizan como carta de presentación su antichavismo, como si el hecho de ser de oposición significa el merito mas alto para optar a dichos cargos. Siendo que en la actualidad, los que valorarían un discurso de esa naturaleza, representan apenas el 13% de la población; ante un 51% que esta desilusionada del gobierno y de ese tipo de oposición. La gente desea un nuevo liderazgo capaz de unir a todos los ciudadanos (están cansados de la diatriba estéril); además sean lideres con propuestas para atender sus problemas.
Mientras que los politiqueros de siempre, los cuales son percibidos como falsos, corruptos y manipuladores del pueblo, representen las opciones electorales, correremos el riesgo de una alta abstención, dándole posibilidades al oficialismo. Chávez bajó de 61 a 37% de respaldo popular, es una caída significativa pero no deja de representar un porcentaje alto que tendría peso en un escenario donde la población no vea una renovación de los liderazgos.
Construir un nuevo liderazgo no es fácil, ante tantos candidatos con un gran respaldo económico (en algunos casos muy sospechosos) o ante algunos medios de comunicación que les cierran los espacios a los líderes emergentes. Pero es un reto y una necesidad histórica, que requiere de esfuerzos y sacrificios. Poseer trayectoria social, ser medianamente conocido, tener imagen de gente honrada, sincera y con capacidad de gerencia; representan fortalezas esenciales en esta campaña que nadie podrá exhibir a través de un multimillonario gasto publicitario. Como diría un amigo: "Con radio bemba y el contacto directo con las comunidades, puede significar junto a las cualidades ya señaladas, una sorpresa a la hora de medir la simpatía hacia los distintos aspirantes".
Estas elecciones las ganaran aquellos candidatos o candidatas que posean los perfiles para llegar al 51% de los ciudadanos desilusionados de esta falsa revolución y de los sectores reaccionarios y derechistas de la oposición. Recordemos que la victoria será de los que no se rindan.
Muchos candidatos a las gobernaciones y a las alcaldías utilizan como carta de presentación su antichavismo, como si el hecho de ser de oposición significa el merito mas alto para optar a dichos cargos. Siendo que en la actualidad, los que valorarían un discurso de esa naturaleza, representan apenas el 13% de la población; ante un 51% que esta desilusionada del gobierno y de ese tipo de oposición. La gente desea un nuevo liderazgo capaz de unir a todos los ciudadanos (están cansados de la diatriba estéril); además sean lideres con propuestas para atender sus problemas.
Mientras que los politiqueros de siempre, los cuales son percibidos como falsos, corruptos y manipuladores del pueblo, representen las opciones electorales, correremos el riesgo de una alta abstención, dándole posibilidades al oficialismo. Chávez bajó de 61 a 37% de respaldo popular, es una caída significativa pero no deja de representar un porcentaje alto que tendría peso en un escenario donde la población no vea una renovación de los liderazgos.
Construir un nuevo liderazgo no es fácil, ante tantos candidatos con un gran respaldo económico (en algunos casos muy sospechosos) o ante algunos medios de comunicación que les cierran los espacios a los líderes emergentes. Pero es un reto y una necesidad histórica, que requiere de esfuerzos y sacrificios. Poseer trayectoria social, ser medianamente conocido, tener imagen de gente honrada, sincera y con capacidad de gerencia; representan fortalezas esenciales en esta campaña que nadie podrá exhibir a través de un multimillonario gasto publicitario. Como diría un amigo: "Con radio bemba y el contacto directo con las comunidades, puede significar junto a las cualidades ya señaladas, una sorpresa a la hora de medir la simpatía hacia los distintos aspirantes".
Estas elecciones las ganaran aquellos candidatos o candidatas que posean los perfiles para llegar al 51% de los ciudadanos desilusionados de esta falsa revolución y de los sectores reaccionarios y derechistas de la oposición. Recordemos que la victoria será de los que no se rindan.