1) Desechar el cortoplacismo y la aventura, que solo conducen
a la frustración y la desesperanza y, en su lugar, armarnos de paciencia,
tenacidad y perseverancia para construir entre todos una estrategia exitosa en
términos de los objetivos de la lucha en el corto, mediano y largo plazo.
2) Unir
todas las fuerzas democráticas en torno a una política y un plan orientados a
detener la escalada represiva del Estado y a destrancar el conflicto, lo que
supone buscar una salida que asegure una victoria del movimiento, en el
contexto de una estrategia destinada a preservar e incrementar el acumulado de
fuerzas reunido hasta ahora. Esto implica la urgente necesidad de acuerdos
básicos entre los sectores principales que inciden de forma determinante en el
movimiento; los que, teniendo importantes diferencias entre sí, como hemos
visto, enfrentan, sin embargo, al mismo adversario y la misma ofensiva
autoritaria. En definitiva, es necesario entender que, dadas las implicaciones
del conflicto, así como el conjunto de elementos que envuelve la coyuntura, son
muchas y muy serias las responsabilidades que recaen sobre los hombros de los
principales factores beligerantes del mismo. Por ello, se impone un debate
franco que facilite un entendimiento en torno a los objetivos, las formas de
luchas y las principales iniciativas a desarrollar, a partir de lo cual debe
constituirse un centro de dirección único que garantice la coordinación de los
esfuerzos y la toma de decisiones.
3) Dicho
acuerdo debe dar paso a la reunión de todos los sectores democráticos (partidos
políticos, sindicatos, gremios estudiantiles y profesionales, universidades,
academias, líderes populares y comunales, personalidades, intelectuales,
artistas y un largo etcétera) en un gran frente nacional contra la represión y
en defensa de las libertades y derechos democráticos que, además de la
denuncia, unifique un pliego de demandas urgentes que recojan el sentir de la
inmensa mayoría nacional que hoy sufre los estragos de la grave crisis
económica, social, política y moral que sacude a la nación. Dicho frente debe
tener en la movilización de calle su principal instrumento de lucha y la misma
debe combinarse con un sinfín de otras formas de protesta, complementarias
entre sí, incluidas las iniciativas en el plano internacional
Prof.
Rafael Venegas
Secretario
General del partido Vanguardia Popular
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