Necesitamos ser efectivos a la hora de confrontar con estas nuevas cúpulas podridas. Ellos buscan la repolarización del país para que no logremos hablarle a la mayoría de los venezolanos, que no se definen como oposición ni oficialista radicales. No debemos atacar al chavismo como un todo; con la violencia desatada durante el últimos mes, si las bases oficialistas fueran radicales, con los llamados de Diosdado Cabello y del propio Maduro a la violencia, era para que se originará una especie de guerra civil.
Asumamos como una especie de guía para el discurso y para todos nuestros esfuerzos de difusión de ideas, lo siguiente: Que Maduro y la cúpula corrupta del gobierno pague su crisis!! Debemos conectar la escasez, el alto costo de la vida, las devaluciones de la moneda, el crecimiento de la deuda externa, la problemática del sector salud, la corrupción, la entrega de la soberanía del país con Cuba que se entromete en nuestros asuntos internos y con las poderosas trasnacionales que fungen como socios de esa BOLIBURGUESIA que les sigue garantizando al igual que los gobiernos del pasado, una política servil para que obtengan nuestras riquezas energéticas, un país donde colocar sus productos dado al incremento de nuestra dependencia económica y grandes ganancias a través del endeudamiento creciente. debemos asociar la congelación de discusión de contrataciones colectivas y todos esos temas de interés de la población en general, como elementos para la agitación política conectándolas con el PAQUETAZO ECONÓMICO que viene en desarrollo.
QUEBRAR LA VOLUNTAD DE COMBATE DE LAS BASES DEL ADVERSARIO DEBE SER LO FUNDAMENTAL DE NUESTRA ESTRATEGIA. Pero para que eso sea posible debemos tener claro que estamos ante nuevas cúpulas podridas con un poderoso y efectivo aparato de propaganda y el enfoque simplista de los problemas del país por parte de un sector de la oposición, facilita la manipulación del gobierno. No se habla del paquete de medidas económicas de carácter neoliberal expresado en el incremento de la dependencia económica, crecimiento del endeudamiento o la instrumentación de las empresas mixtas, donde las transnacionales ahora son socios en un 40% del negocio petrolero, a la vez que se desmejora a los trabajadores al negarles la discusión de contratos colectivos y en muchos casos, desconociendo los vigentes. Pero mientras todo esto sucede, un sector de la oposición prefiere limitar su análisis y criticas del gobierno en el terreno "ideológico" que muy como le dice a los sectores populares.
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