La podredumbre ha tocado todos los cimientos de la sociedad; por un lado tenemos el gobierno mas corrupto y vende patria hablando de revolución y nacionalismo; mientras que del otro, tenemos lo que se conoce como la oposición, que utiliza la necesidad de frenar la arremetida autoritaria del régimen de Chávez, para legitimar el vulgar reparto que hicieron las cúpulas de 5 partidos y algunas fracciones económicas a la hora de escoger los candidatos a las elecciones del 23 de noviembre. Representando así un desconocimiento de nueve de los diez puntos contemplados en el Acuerdo Unitario del 23 de Enero.
No hemos llegado a las elecciones del 23 de noviembre y ya observamos disputas entre algunos de los 5 partidos en cuestión, por la presidencia de la república. Mientras que la protesta popular sigue ascendiendo y el 51% de la población esta desilusionada de esta falsa revolución y de esa oposición de cúpulas, que no interpreta ni tiene el compromiso de cristalizar los sueños del pueblo.
El estado Anzoátegui no fue la excepción en el reparto de cuotas de poder de esa perversa oposición. En el reparto, Barcelona le correspondió AD, cuestión que sacó del baúl de los recuerdos, a la dirigencia más rancia y corrupta que ha tenido el estado. En mi caso, estoy vetado al igual que otros dirigentes críticos por varias televisoras regionales, ya que son mercenarios que su línea editorial o programación, se maneja según la conveniencia económica del momento.
El cuadro descrito es el reflejo de la crisis política y moral existente en todos los estamentos de la sociedad. Lo que amerita de un nuevo paradigma capaz de satisfacer los deseos y necesidades de la población; no se trata de un simple cambio de actores políticos, sino de una manera diferente de hacer política. De allí que debemos recurrir a las reservas morales existentes en el país para evitar que cúpulas podridas sustituyan a otras. Necesitamos un nuevo liderazgo con claro compromiso social y capaz de unir a las mejores voluntades independientemente de su ubicación política, en aras de salvar al país del caos general que se avecina.
La tarea no es fácil, mas allá del escenario electoral debemos construir una fuerza política y social, dotada de un plan de acción y una propuesta programática que se plantee la industrialización del país, la elevación de la productividad agropecuaria y el aprovechamiento de nuestros atractivos turísticos, para poder dinamizar nuestra economía, generar empleos estables y el progreso del país.
Convocamos a los auténticos revolucionarios, a los militares desligados de las cúpulas del pasado y de esta falsa revolución y a los religiosos, intelectuales y empresarios de mentalidad progresista, para desarrollar la unidad y las acciones que se requieren para enrumbar el descontento popular hacia los cambios que reclama la patria.
Robin Rodríguez
0414.829.24.93
Email: robinr44@gmail.com
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