El actual presidente ha demostrado que es capaz de recurrir a la mentira, maniobras y conflictos en aras de sostenerse en el poder y se ha caracterizado por buscar siempre un culpable para justificar que no ha resuelto durante estos 10 años la inseguridad, el desempleo, la asquerosa corrupción, la falta de planes de viviendas y el incremento de la dependencia a las potencias extranjeras a pesar que en discurso dice lo contrario. De allí que en un momento dado, podría ser capaz de recurrir a un conflicto armado con otra nación (tal como fue el caso del reciente conflicto con Colombia) para distraer la atención de los venezolanos y justificar su permanecía en el gobierno, mas allá de lo establecido en la constitución que no logró reformar, dado al rotundo rechazo del 2 de diciembre de 2007.
De las 26 leyes decretadas por él, se encuentra la LEY ORGANICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA, donde en los Artículos 6 y 7 obtiene el poder de decisión y ejecución de las operaciones militares; a la vez que puede definir y activar el área de conflicto y los teatros de operaciones. Dicho de otra manera, esta nueva ley que no fue consultada con nadie, le otorga el poder y el control de todas las operaciones la FAN, cuestión que es peligrosa tomando en cuenta que este gobierno se maneja al antojo y capricho de un individuo.
Recordemos que este mismo presidente que ahora cuenta con el control operacional de la FAN, ha gastado miles de millones de dólares en aviones y helicópteros para conflictos de gran alcance, ha incrementado el parque armamentístico, que sumado al fusil FAL que ya teníamos, nos ubicaría en más de 250 mil fusiles aptos para la guerra.
Igual a la contienda que libramos para no aprobar la reforma a la constitución, debemos despolarizar este nuevo debate; ya que la lucha no debemos enfocarla de opositores contra chavistas, sino del pueblo venezolano contra unas leyes que ponen en peligro la democracia en el país. No es posible que la propuesta del presidente fue derrotado el 2 de diciembre y ahora pretenda aplicar la reforma a través de unas leyes que no han sido consultadas con nadie, todo en aras de seguir acumulando el poder en una sola persona.
Por razones de espacios no podré abordar en este articulo todas mis consideraciones sobre las 26 leyes, pero lo expuesto en los artículos 6 y 7 de la arbitraria Ley que regirá nuestra Fuerzas Armadas Nacionales, crea la posibilidad que un solo hombre tenga la potestad de definir y decidir cuando y contra quien utiliza el poder armamentístico que ha adquirido. Es falso que se trate de medidas preventivas a una posible invasión de los Estados Unidos a nuestro país, ya que los principales beneficiados con la política petrolera, gasifica y comercial (incremento de las importaciones) son los grandes consorcios internacionales donde sus principales accionistas son empresarios norteamericanos.
Para desarrollar transformaciones de carácter socialista, debemos romper con dependencia económica, hay que elevar y desarrollar nuestras fuerzas productivas y utilizar las contradicciones presentes entre los empresarios nacionales, con la voracidad un mercado cada vez más monopolizado a escala mundial, para incorporarlos a un plan de desarrollo de la nación. Cosa contaría es lo aplicado durante estos últimos 10 años, donde prevalecen las becas y no el trabajo productivo, se arremete contra empresas nacionales mientras que los grandes consorcios internacionales aumentan sus ganancias dado al incremento de la dependencia y para colmo, el presidente busca eternizarse en poder violando la constitución, puesto que muchos de los aspectos que aparecen en las 26 leyes, representan los mismos elementos que contenía la reforma derrotada el 2 de diciembre.
De las 26 leyes decretadas por él, se encuentra la LEY ORGANICA DE LA FUERZA ARMADA NACIONAL BOLIVARIANA, donde en los Artículos 6 y 7 obtiene el poder de decisión y ejecución de las operaciones militares; a la vez que puede definir y activar el área de conflicto y los teatros de operaciones. Dicho de otra manera, esta nueva ley que no fue consultada con nadie, le otorga el poder y el control de todas las operaciones la FAN, cuestión que es peligrosa tomando en cuenta que este gobierno se maneja al antojo y capricho de un individuo.
Recordemos que este mismo presidente que ahora cuenta con el control operacional de la FAN, ha gastado miles de millones de dólares en aviones y helicópteros para conflictos de gran alcance, ha incrementado el parque armamentístico, que sumado al fusil FAL que ya teníamos, nos ubicaría en más de 250 mil fusiles aptos para la guerra.
Igual a la contienda que libramos para no aprobar la reforma a la constitución, debemos despolarizar este nuevo debate; ya que la lucha no debemos enfocarla de opositores contra chavistas, sino del pueblo venezolano contra unas leyes que ponen en peligro la democracia en el país. No es posible que la propuesta del presidente fue derrotado el 2 de diciembre y ahora pretenda aplicar la reforma a través de unas leyes que no han sido consultadas con nadie, todo en aras de seguir acumulando el poder en una sola persona.
Por razones de espacios no podré abordar en este articulo todas mis consideraciones sobre las 26 leyes, pero lo expuesto en los artículos 6 y 7 de la arbitraria Ley que regirá nuestra Fuerzas Armadas Nacionales, crea la posibilidad que un solo hombre tenga la potestad de definir y decidir cuando y contra quien utiliza el poder armamentístico que ha adquirido. Es falso que se trate de medidas preventivas a una posible invasión de los Estados Unidos a nuestro país, ya que los principales beneficiados con la política petrolera, gasifica y comercial (incremento de las importaciones) son los grandes consorcios internacionales donde sus principales accionistas son empresarios norteamericanos.
Para desarrollar transformaciones de carácter socialista, debemos romper con dependencia económica, hay que elevar y desarrollar nuestras fuerzas productivas y utilizar las contradicciones presentes entre los empresarios nacionales, con la voracidad un mercado cada vez más monopolizado a escala mundial, para incorporarlos a un plan de desarrollo de la nación. Cosa contaría es lo aplicado durante estos últimos 10 años, donde prevalecen las becas y no el trabajo productivo, se arremete contra empresas nacionales mientras que los grandes consorcios internacionales aumentan sus ganancias dado al incremento de la dependencia y para colmo, el presidente busca eternizarse en poder violando la constitución, puesto que muchos de los aspectos que aparecen en las 26 leyes, representan los mismos elementos que contenía la reforma derrotada el 2 de diciembre.
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