La alianza del dirigente de izquierda y candidato a la alcaldía de Sotillo (Puerto La Cruz) Robin Rodríguez con el profesor y candidato a la gobernación de Anzoátegui Lorenzo Rondón, ha representado para muchos dirigentes populares de esta ciudad, una alternativa verdaderamente diferente, ya que ambos dirigentes cuentan con una trayectoria social y política que se identifica con las causas de los sectores desposeídos.
La población reclama un liderazgo que cuente con trayectoria social como requisito para creer él, con capacidad de gerencia, sincero, que no sea corrupto y con disposición de reconciliar al país, partiendo de la unidad de todos los habitantes de nuestro estado; puesto que Anzoátegui es el segundo estado con mayor potencial para el desarrollo en el área industrial, agropecuario y turístico. Pero pese que estamos entre los primeros estados con mayores posibilidades de crecimiento, sin embargo nos ubicamos entre los últimos en calidad de vida, servicios públicos y mano de obra calificada; sencillamente porque no hemos contado con gobernantes con visión de futuro y comprometidos con la gente.
En el caso de Puerto La Cruz necesitamos planes culturales y deportivos de manera permanente para la juventud en función de evitar que se conviertan en delincuentes; empleos estables y bien remunerados; que la vialidad mejore y viviendas para los nuevos núcleos familiares. De allí que la organización política Vanguardia Popular, ha decidido respaldar a Lorenzo Rondón para la gobernación de Anzoátegui y Robin Rodríguez a la alcaldía de Sotillo. En diversas comunidades ya han comenzado articularse los dirigentes sociales en torno a las candidaturas de Rondón y Rodríguez, por considerarlas la verdadera fuerza de cambio en nuestra entidad.
La población tiene el reto de salir de los falsos revolucionarios que nos gobiernan, pero debe estar atento para no dejarse manipular con algunos sectores económicos con presencia en importantes medios de comunicación, que su único interés es el de sacarle provecho al malestar popular para utilizar el poder de una alcaldía o de la gobernación del estado, como centro para grandes negocios. Además de dividir los votos de otras opciones distintas al oficialismo, puesto que tienen jugosos negocios con el actual gobierno.
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