"Las incontables movilizaciones y acciones de protesta que desarrollamos teniendo a la cabeza la Federación de Estudiantes Universitarios de Venezuela (FEUV), significaron parte de las razones para que el fracaso militar del 4 de febrero, terminara convirtiéndose en victoria política. Es falso que fueron los militares insurgentes los que despertaron a la población a la búsqueda de un cambio político. Hugo Chávez lo que hizo fue simbolizar nuestros esfuerzos y sacrificios, a través de aquel “Por Ahora” en elespacio concedido en las medios de comunicación durante su rendición".
"El MBR-200 era el movimiento con militares de menor jerarquía, puesto que el grupo A1 (con mayor fuerza) estaba al mando de Lucas Rincón Romero (segundo de la promoción 1972), el Movimiento 5 de Julio bajo el mando del coronel Francisco Visconti Osorio (segundo comandante del grupo de caza de la aviación) y Gruber Odreman (para el 27 de noviembre era el Sub-inspector general de la FAN); además del grupo encabezado por el general Carlos Santiago Ramírez, que presentaba molestia por no ser ascendido a ministro de la defensa en el 1991".
"El sectarismo hacia el resto de los movimientos insurgentes dentro de la FAN, daba a pensar que existía temor que militares con mayor rango (Lucas Rincón, Santiago Ramírez o Visconti) asumieran la conducción del levantamiento. El incumplimiento en la entrega de las armas a los civiles, nos hacia pensar que estábamos ante un caso similar al 23 de enero de 1958, cuando el PCV y los sectores revolucionarios de AD, fueron execrados por Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jovito Villalba, luego de ser piezas claves en el derrocamiento de Pérez Jiménez".
"No solo pasamos a coordinar planes con los tres grupos restantes en la conspiración, sino que nos preparábamos para enfrentar un golpe de derecha encabezado por el comandante general del ejercito, el general Pedro Remigio Rangel Rojas, Oswaldo Sujo Raffo (Inspector general de la FAN), el vicealmirante Radames Muñoz León (Jefe del estado mayor conjunto) y el coronel Raúl Salazar, quien había sido edecán de Luis Herrara Campins y siempre se reportaron informaciones sobre su actuación en preparativos de golpes fascistas".
"Pero el sectarismo y quizás la ambición de poder, seguían afectando la unidad cívico-militar; en vista que el “Por ahora” del 4 de febrero creó la sensación de que Hugo Chávez era el líder de todos los sectores descontentos dentro de la FAN, comenzó una política mediática en torno a su figura, además de alimentar la falsa idea que era el máximo líder de la conspiración".
"Las contradicciones de Lucas Rincón y Visconti con Chávez, se acentuaron con la captura de Bracamonte y la revelación que posteriormente hizo del golpe planeado para el sábado 11 de julio de ese año; sumándose un nuevo espectáculo mediático (o vedette como los llamaba Visconti) cuando el teniente Eliécer Otaiza desertaba del ejercito con el eslogan ¡Yo tengo las armas de Bracamonte!, todo en aras de alimentar la idea que Chávez y el MBR-200 eran los cabecillas del nuevo levantamiento". "El coronel al que Chávez hace mención en el libro “Habla el comandante” escrito por Agustín Blanco Muñoz, que tenia un plan para asesinarlo en componenda de Bandera Roja (BR), no es otro que Lucas Rincón Romero. Se trataba de una intriga para desvirtuar el liderazgo de otros movimientos existentes en la FAN, lo curioso es que este señor fue el primer jefe de la casa militar que él nombró luego de ganar la presidencia en el 1998".
"Basta leer las declaraciones de Chávez y del resto de los integrantes del MBR-200 en esos días, para ubicar que las motivaciones de su alzamiento, se centraba en el malestar de la FAN por la corrupción y la aplicación del Plan Ávila a raíz de la rebelión de la población el 27 de febrero. Por ningún lado aparecía un proyecto de país diferente a la estructura del capitalismo, en el aspecto económico, planteaban la aplicación de una economía de guerra, tal como lo contemplaba la constitución del 61; entre otros aspectos que demuestran que se trataba de un movimiento de tipo nacionalista, pero carentes de propuestas para transformar la situación del país".
"Algo verdaderamente aberrante, lo representó la toma del canal 8, además que no se justificó las muertes de los vigilantes José Guillermo Rueda y José Manuel Vega Caballero; la destrucción del video de los generales e integrantes de los 4 componentes, para colocar el mensaje de Hugo Chávez significó un factor de confusión en varias unidades comprometidas en el golpe, llegando a decidir su retiro en las acciones de artillería que les correspondía cumplir. El capitán Valera Rumbo, el teniente Jesse Chacón y su hermano el teniente de fragata Arne Chacón, nos dieron un golpe en golpe ordenado por Chávez".
"Nuestros intentos de alianza con el MVR se vio afectada, cuando el profesor universitario José Núñez Tenorio (director de alianza nacional del MVR) nos informó que Chávez no aceptaba discutir con nadie su proyecto de país y mucho menos con el partido Bandera Roja, el cual era percibido internacionalmente como un movimiento radical. Luego entendí que los sectores internacionales a los que hacia referencia, eran las transnacionales que financiaron su campaña electoral. Para otros movimientos lo fundamental era ganar un puesto en el gobierno (el pragmatismo), no importándoles reforzar el mesianismo y no un proyecto verdaderamente nacionalista, democrático y revolucionario".
"Lo lamentable de esta situación, es que Chávez sustenta sus ideas en su ambición de poder y grandeza, no se basa en el aspecto ideológico, de allí que tenga un discurso para cada escenario o circunstancia política. En la elección del 98 no solo lo ayudó el deseo de cambio de la población, sino el gran respaldo económico de las transnacionales y el espaldarazo de los dueños de los medios de comunicación, excepto Radio Caracas que apoyó hasta ultimo momento a Salas Romer, tal como lo indicó José Vicente Rangel durante las interpelaciones de los sucesos del 11 de abril de 2002, realizadas en la Asamblea Nacional".
"Ante un escenario como este, los francotiradores que ocasionaron bajas de civiles, fácilmente pueden ser del gobierno o de esos sectores fascistas que macabramente actuaron ese día; lo cierto es que esta situación fue el detonante para que oficiales ubicados como neutros o institucionalistas decidieran desconocer a su comandante en jefe".
"Los ponentes fueron Andrés la Greca y el coronel Castellano; una de las cosas que señalaron era que todo estaba montado para un golpe de estado contra Chávez, donde se manejaba el nombre de Alfredo Peña como posible presidente interino, ya que figuraba de primero en las encuestas y su beligerancia contra el gobierno era muy destacada".
"Entre las tareas políticas de ese plan, incluía la visita del contraalmirante Carlos Molina Tamayo y la necesidad de generar una expectativa publicitaria a un foro que se efectuaría en el Colegio de Periodistas de Barcelona. También hablaron de la posibilidad de provocar hechos de violencia en Caracas y si era necesario que hubiese muertos para motivar a la FAN actuar se tendría que hacer, ya que la mayoría castrense se ubicaba como neutra o institucionalista".
"Otro que no tenia idea del regreso de Chávez al poder fue el ex-gobernador Alexis Rosas, quien afirmó en El Tiempo del 13 de abril: “De Lima debe poner su cargo a la orden, porque ganó la gobernación mediante un fraude electoral que fue avalado por Hugo Chávez”. Por otro lado el alcalde José Pérez Fernández le daba la espalda a sus seguidores cuando acató la instalación de la junta de transición, a la vez que ratificaba su amistad con Chávez.A diferencia de Freddy Bernal, que se fue a la clandestinidad y reagrupó gente para combatir al gobierno de Carmona Estanga, muchos de los que hoy se dangolpes de pecho, como fieles defensores del presidente y su proyecto, optaron por esconderse. Caso curioso es que si los cuerpos policiales no hubiesen cometido el atropello contra el diputado Tarek William Saab, este señor hubiese pasado como uno que prefirió esperar el desarrollo de los acontecimientos en la comodidad de su hogar en Las Lomas de la Lagunita Country Club".
"El MBR-200 era el movimiento con militares de menor jerarquía, puesto que el grupo A1 (con mayor fuerza) estaba al mando de Lucas Rincón Romero (segundo de la promoción 1972), el Movimiento 5 de Julio bajo el mando del coronel Francisco Visconti Osorio (segundo comandante del grupo de caza de la aviación) y Gruber Odreman (para el 27 de noviembre era el Sub-inspector general de la FAN); además del grupo encabezado por el general Carlos Santiago Ramírez, que presentaba molestia por no ser ascendido a ministro de la defensa en el 1991".
"El sectarismo hacia el resto de los movimientos insurgentes dentro de la FAN, daba a pensar que existía temor que militares con mayor rango (Lucas Rincón, Santiago Ramírez o Visconti) asumieran la conducción del levantamiento. El incumplimiento en la entrega de las armas a los civiles, nos hacia pensar que estábamos ante un caso similar al 23 de enero de 1958, cuando el PCV y los sectores revolucionarios de AD, fueron execrados por Rómulo Betancourt, Rafael Caldera y Jovito Villalba, luego de ser piezas claves en el derrocamiento de Pérez Jiménez".
"No solo pasamos a coordinar planes con los tres grupos restantes en la conspiración, sino que nos preparábamos para enfrentar un golpe de derecha encabezado por el comandante general del ejercito, el general Pedro Remigio Rangel Rojas, Oswaldo Sujo Raffo (Inspector general de la FAN), el vicealmirante Radames Muñoz León (Jefe del estado mayor conjunto) y el coronel Raúl Salazar, quien había sido edecán de Luis Herrara Campins y siempre se reportaron informaciones sobre su actuación en preparativos de golpes fascistas".
"Pero el sectarismo y quizás la ambición de poder, seguían afectando la unidad cívico-militar; en vista que el “Por ahora” del 4 de febrero creó la sensación de que Hugo Chávez era el líder de todos los sectores descontentos dentro de la FAN, comenzó una política mediática en torno a su figura, además de alimentar la falsa idea que era el máximo líder de la conspiración".
"Las contradicciones de Lucas Rincón y Visconti con Chávez, se acentuaron con la captura de Bracamonte y la revelación que posteriormente hizo del golpe planeado para el sábado 11 de julio de ese año; sumándose un nuevo espectáculo mediático (o vedette como los llamaba Visconti) cuando el teniente Eliécer Otaiza desertaba del ejercito con el eslogan ¡Yo tengo las armas de Bracamonte!, todo en aras de alimentar la idea que Chávez y el MBR-200 eran los cabecillas del nuevo levantamiento". "El coronel al que Chávez hace mención en el libro “Habla el comandante” escrito por Agustín Blanco Muñoz, que tenia un plan para asesinarlo en componenda de Bandera Roja (BR), no es otro que Lucas Rincón Romero. Se trataba de una intriga para desvirtuar el liderazgo de otros movimientos existentes en la FAN, lo curioso es que este señor fue el primer jefe de la casa militar que él nombró luego de ganar la presidencia en el 1998".
"Basta leer las declaraciones de Chávez y del resto de los integrantes del MBR-200 en esos días, para ubicar que las motivaciones de su alzamiento, se centraba en el malestar de la FAN por la corrupción y la aplicación del Plan Ávila a raíz de la rebelión de la población el 27 de febrero. Por ningún lado aparecía un proyecto de país diferente a la estructura del capitalismo, en el aspecto económico, planteaban la aplicación de una economía de guerra, tal como lo contemplaba la constitución del 61; entre otros aspectos que demuestran que se trataba de un movimiento de tipo nacionalista, pero carentes de propuestas para transformar la situación del país".
"Algo verdaderamente aberrante, lo representó la toma del canal 8, además que no se justificó las muertes de los vigilantes José Guillermo Rueda y José Manuel Vega Caballero; la destrucción del video de los generales e integrantes de los 4 componentes, para colocar el mensaje de Hugo Chávez significó un factor de confusión en varias unidades comprometidas en el golpe, llegando a decidir su retiro en las acciones de artillería que les correspondía cumplir. El capitán Valera Rumbo, el teniente Jesse Chacón y su hermano el teniente de fragata Arne Chacón, nos dieron un golpe en golpe ordenado por Chávez".
"Nuestros intentos de alianza con el MVR se vio afectada, cuando el profesor universitario José Núñez Tenorio (director de alianza nacional del MVR) nos informó que Chávez no aceptaba discutir con nadie su proyecto de país y mucho menos con el partido Bandera Roja, el cual era percibido internacionalmente como un movimiento radical. Luego entendí que los sectores internacionales a los que hacia referencia, eran las transnacionales que financiaron su campaña electoral. Para otros movimientos lo fundamental era ganar un puesto en el gobierno (el pragmatismo), no importándoles reforzar el mesianismo y no un proyecto verdaderamente nacionalista, democrático y revolucionario".
"Lo lamentable de esta situación, es que Chávez sustenta sus ideas en su ambición de poder y grandeza, no se basa en el aspecto ideológico, de allí que tenga un discurso para cada escenario o circunstancia política. En la elección del 98 no solo lo ayudó el deseo de cambio de la población, sino el gran respaldo económico de las transnacionales y el espaldarazo de los dueños de los medios de comunicación, excepto Radio Caracas que apoyó hasta ultimo momento a Salas Romer, tal como lo indicó José Vicente Rangel durante las interpelaciones de los sucesos del 11 de abril de 2002, realizadas en la Asamblea Nacional".
"Ante un escenario como este, los francotiradores que ocasionaron bajas de civiles, fácilmente pueden ser del gobierno o de esos sectores fascistas que macabramente actuaron ese día; lo cierto es que esta situación fue el detonante para que oficiales ubicados como neutros o institucionalistas decidieran desconocer a su comandante en jefe".
"Los ponentes fueron Andrés la Greca y el coronel Castellano; una de las cosas que señalaron era que todo estaba montado para un golpe de estado contra Chávez, donde se manejaba el nombre de Alfredo Peña como posible presidente interino, ya que figuraba de primero en las encuestas y su beligerancia contra el gobierno era muy destacada".
"Entre las tareas políticas de ese plan, incluía la visita del contraalmirante Carlos Molina Tamayo y la necesidad de generar una expectativa publicitaria a un foro que se efectuaría en el Colegio de Periodistas de Barcelona. También hablaron de la posibilidad de provocar hechos de violencia en Caracas y si era necesario que hubiese muertos para motivar a la FAN actuar se tendría que hacer, ya que la mayoría castrense se ubicaba como neutra o institucionalista".
"Otro que no tenia idea del regreso de Chávez al poder fue el ex-gobernador Alexis Rosas, quien afirmó en El Tiempo del 13 de abril: “De Lima debe poner su cargo a la orden, porque ganó la gobernación mediante un fraude electoral que fue avalado por Hugo Chávez”. Por otro lado el alcalde José Pérez Fernández le daba la espalda a sus seguidores cuando acató la instalación de la junta de transición, a la vez que ratificaba su amistad con Chávez.A diferencia de Freddy Bernal, que se fue a la clandestinidad y reagrupó gente para combatir al gobierno de Carmona Estanga, muchos de los que hoy se dangolpes de pecho, como fieles defensores del presidente y su proyecto, optaron por esconderse. Caso curioso es que si los cuerpos policiales no hubiesen cometido el atropello contra el diputado Tarek William Saab, este señor hubiese pasado como uno que prefirió esperar el desarrollo de los acontecimientos en la comodidad de su hogar en Las Lomas de la Lagunita Country Club".
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